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| Foto: Cortesía: Camilo Monsalve/ Prensa Alcaldía de Bogotá

NACIÓN

La casa de Rafael Pombo se convierte en oficinas

La sede, que promueve la lectura entre los niños, fue adquirida por el MinCultura para establecer una sede de esa cartera . Esta es la historia.

9 de junio de 2016

En 1986 el expresidente Belisario Betancur cumplía un sueño que tenía desde que viajó a Dinamarca. Después de tres años de gestiones, logró que la casa donde vivió el escritor Rafael Pombo se convirtiera en un centro cultural. Y como Rafael Pombo dedicó su literatura a los niños y niñas, su casa sería un espacio para que los jóvenes se congregaran entorno a su obra y a la lectura.

La casa de Rafael Pombo está situada en pleno centro histórico de Bogotá. A menos de 300 metros está la Plaza de Bolívar, por la misma cuadra se ubica el recién renovado Teatro Colón y, en frente, queda la sede de la Cancillería. La fachada de la casa conserva esa huella republicana de la zona y su interior todavía guarda algunos detalles coloniales.

La Casa Pombo se convirtió, entonces, en un plan perfecto para niños que querían acercarse a la obra de Rafael Pombo, invertir tiempo de calidad en la lectura y conocer algo de historia nacional. Para los colegios, sobre todo de escasos recursos, ir a la Fundación era un plan educativo perfecto.

Para los niños todos los espacios y servicios pedagógicos que brinda la Fundación son gratuitos, mientras que los colegios públicos debían pagar módicas cuotas para tener jornada escolares en la Casa Pombo. Según cifras conocidas por Semana.com, en lo corrido de 2016, más de 5.200 niños han disfrutado de tardes interminables de lectura.

Treinta años después, el emblemático inmueble no sólo cambió de dueño, sino que también cambiará de uso. El Ministerio de Cultura le pagó a la Fundación Rafael Pombo 2.923 millones de pesos por la casa. La decisión de vender fue tomada por la junta directiva de la Fundación, cuyo presidente sigue siendo Belisario Betancur.

Semana.com habló con voceros del Ministerio de Cultura al respecto. Señalaron que el inmueble será utilizado como sede del Museo Siglo XIX con las piezas de la colección con la que cuenta esa cartera que, a la fecha, no cuenta con el espacio adecuado para poner la exposición al público.

Incomodidad

Pero el negocio no ha sido del todo idílico. Manuel Ricardo Toro, representante legal de la Fundación Rafael Pombo, aseguró que tajantemente que la Fundación seguirá funcionando “normalmente”. Señaló, además, que buscarán una nueva locación para continuar prestando los servicios a los niños y niñas.

Mientras se consigue el nuevo inmueble, como lo advirtió Toro, sí hay un problema de incomodidad. En las últimas semanas las instalaciones de la Casa Pombo han sido adecuadas para que administrativos de la Asociación Nacional de Música Sinfónica, dependencia del ministerio de Cultura, trabajen allí. Esto significa que tanto la Fundación como los trabajadores de la Sinfónica han tenido que compartir espacios de la sede.

Lo que llevó a que las actividades lúdicas que realiza la Fundación sufrieran alguna incomodidad. Semana.com conoció una carta enviada por la coordinadora de un colegio público, en la que se quejaba por el manejo de los espacios de tránsito que consideró “muy reducidos”, debido a la aglomeración de cajas y estantes que había en diferentes zonas del inmueble.


Foto: Semana.com. Imagen tomada el 2 de junio de 2016.

En la misiva, la docente resaltó el trabajo pedagógico que realizan los talleristas, pero manifestó con tristeza que “hubo una falencia en el manejo de espacios y desorganización del ambiente ya que fue casi imposible podemos movilizar dentro de la casa”. La profesora consideró, además, que “un valor de 16.000 pesos por niña para estar en un espacio reducido es muy alto, sobre todo cuando la población que asistió hoy es de escasos recursos económicos”.

Semana.com hizo un recorrido por la sede de la Casa Pombo y constató que había cajas, herramientas y hasta motos en zonas donde los niños que hacen recorridos guiados deben transitar. De hecho, el busto de Rafael Pombo estaba rodeado de implementos que había quedado como resultado del trasteo de los funcionarios de la Asociación Nacional de Música Sinfónica.

Foto: Semana.com. Imagen tomada el 2 de junio de 2016.

Consultados por esto, desde el ministerio de Cultura indicaron que “en efecto, durante los meses de abril y mayo se presentaron movimientos propios de la adecuación de espacios para garantizar condiciones que permitan a las mencionadas entidades continuar operando”.

Desde esa cartera informaron que “los servicios administrativos y misionales de la Fundación Rafael Pombo continuarán funcionando en el inmueble hasta diciembre lo que no representará ningún tipo de costo. Ambas entidades compartirán la sede provisionalmente.

Agregaron, además, que “es propio que en este tipo de movimientos y mudanzas se encuentren cosas no ubicadas adecuadamente, no obstante fue un asunto provisional”.

En cuanto a la emblemática casa de Rafael Pombo lo cierto es que dejará de ser un espacio para que niños y niñas bogotanos se reúnan entorno a la lectura y a la literatura del famoso fabulista para darle paso a un nuevo museo.